Se denomina Parque Cultural, al territorio que encuadra elementos importantes del patrimonio cultural, formados en un lugar físico de gran valor ecológico y paisajístico, que tiene protección y promoción global, con medidas especiales para guardar sus valores importantes.
Patrimonios que forman el conjunto cultural de una comarca: el arte, la historia, la paleontología, la arquitectura, los paisajes, la artesanía, los museos, etc. En la actualidad existen en Aragón cinco parques culturales: tres en Teruel y dos en Huesca , en los cuales nos centraremos.
Río Vero.
Se sitúa en la zona norte, del Valle del Ebro y es la antesala de la cordillera pirenaica. Los atractivos turísticos con los que cuenta forman una amplia serie de opciones de ocio, que incluye naturaleza, deportes de aventura, pinturas rupestres, hermosas localidades históricas y una deliciosa gastronomía en la que sus vinos sobresalen. Más de 60 abrigos naturales pintados, forman un verdadero museo a la intemperie y un vínculo con el arte rupestre español. Del Paleolítico son los dibujos naturalistas encontrados en la Cueva de la Fuente del Trucho. La cabra de Regacéns, la famosa escena de Muricho y los ciervos de Chimiachas y Arpán pertenecen al arte levantino. El estilo esquemático asimismo está presente. Además existen yacimientos de la Edad del Hierro y del Bronce, asentamientos de los iberos y vestigios de viejas villas romanas, en las proximidades de Castillazuelo. Otros de los pueblos que se puede visitar son Alquezar, que presume con ser uno de los municipios aragoneses con más encanto, destacando su Colegiata y un hermoso conjunto urbano, cercado por un empinado paisaje. Barbastro, tiene un valioso e importante patrimonio, con su catedral, la Casa de los Argensola, las Iglesias de San Julián, Escolapios, San Francisco, Misioneros y Capuchinos y el Palacio Episcopal. En el próximo Santuario del Pueyo, se guardan obras de Bayeu. Iglesias como la de Pozán, Huerto de Vero, Colungo, Castillazuelo, Bárcabo, Lecina, la románica de Treviño o la ermita de Culces, también merecen ser visitadas. Pero si os apetece soltar adrenalina, lo más adecuado es el barranquismo en los mejores cañones del continente, los de la Sierra de Guara. Cultura, naturaleza y deporte se funden en esta zona para formar un espacio único, que no dejará indiferente al visitante.
San Juan de la Peña
El monumento más destacado es el Monasterio de San Juan de la Peña. El resurgir del antiguo Reino de Aragón, está vinculado a este territorio y a su parque, ya que la primera capital fue Jaca y el Monasterio fue el primer panteón de los reyes aragoneses. Subiendo por la carretera, al final se encuentra la Pradera de San Indalecio, el lugar perfecto para pasar un día con la familia, relajarse o descansar.
Desde la pradera un sendero corto lleva hasta el Balcón de los Pirineos, desde dónde contemplareis una magnifica vista de la cordillera. En el valle se hallan otros lugares de interés, como el municipio de Santa Cruz de la Serós, destacando la ermita de San Carpasio y la Iglesia de Santa María.